La caries radicular y su tratamiento. Lo que debes saber.

La caries radicular es una de las patologías dentales más frecuentes en adultos, aunque puede afectar a cualquier persona con encías retraídas o raíces dentales expuestas. Este tipo de caries no aparece en la corona del diente, sino en su base, donde la raíz queda desprotegida frente a los ácidos y bacterias presentes en la boca.

Aquí te explicamos en qué consiste exactamente la caries radicular, por qué se produce, cómo puedes reconocer sus síntomas y cuáles son los tratamientos más eficaces para frenarla. Todo ello con el enfoque profesional del equipo de la Clínica Joana Rosselló, especializada en el diagnóstico y tratamiento conservador de este tipo de lesiones en Palma de Mallorca.

¿QUÉ ES LA CARIES RADICULAR?

La caries radicular, o caries radiculares cuando afectan a más de un diente, es un tipo de lesión dental que se desarrolla en la raíz del diente, en lugar de hacerlo en la corona —la parte visible cuando sonreímos o masticamos—. Aparecen principalmente cuando la encía se retrae y deja expuesta la raíz, una zona mucho más vulnerable porque no está protegida por esmalte.

A diferencia de las caries más comunes, esta patología es más difícil de detectar a simple vista y puede avanzar lentamente sin causar molestias en sus primeras fases. Suelen localizarse cerca de la encía o en zonas de difícil acceso con el cepillo, lo que favorece la acumulación de placa bacteriana.

Las caries radiculares son más frecuentes en adultos mayores, especialmente en personas con antecedentes de enfermedad periodontal, encías retraídas o sensibilidad dental crónica.

CAUSAS MÁS COMUNES DE LA CARIES RADICULAR

Las caries radiculares se desarrollan cuando la raíz del diente queda expuesta al medio oral y no recibe una higiene adecuada. A diferencia del esmalte, que es muy resistente, la raíz está recubierta por un tejido llamado cemento radicular, mucho más frágil y vulnerable al ataque de los ácidos que producen las bacterias.

Estas son las causas más frecuentes que favorecen su aparición:

Retracción de encías y raíz expuesta

Cuando la encía se retrae, deja al descubierto parte de la raíz del diente. Esta zona, al no estar protegida por esmalte, se vuelve mucho más susceptible a las caries radiculares, especialmente si no se cepilla correctamente y se acumula placa bacteriana.

Higiene oral deficiente en la zona radicular

La zona donde se encuentra la raíz suele ser más difícil de alcanzar con el cepillo. Si no se emplean técnicas adecuadas de higiene (como el uso de hilo dental o cepillos interdentales), las bacterias tienen más facilidad para colonizar y provocar lesiones en esta parte del diente.

Boca seca o Xerostomía

La falta de saliva reduce la capacidad natural de la boca para neutralizar los ácidos. Esto deja a los dientes más indefensos frente a las caries en general, pero especialmente frente a las caries radiculares, por la mayor fragilidad del tejido radicular.

Dietas ricas en azúcares y ácidos

El consumo frecuente de productos azucarados o ácidos (zumos industriales, refrescos, snacks) crea un entorno perfecto para que las bacterias proliferen. En personas con encías retraídas, estos hábitos aceleran la aparición de caries radiculares.

Pacientes con enfermedades periodontales

En estos casos, uno de los efectos secundarios es la presencia de raíces expuestas, lo que aumenta la posibilidad de desarrollar caries a lo largo del tiempo, ya que estas zonas no cuentan con la protección del esmalte.

“Uno de los grandes mitos es pensar que a mayor edad hay más enfermedad periodontal, y eso no es cierto. Por tanto, si eres un paciente periodontal, no importa la edad: si presentas retracciones gingivales, debes estar igual de atento a tu salud oral”.

Joana Rosselló – Periodoncista

SÍNTOMAS DE LA CARIES EN LA RAÍZ DEL DIENTE

Las caries radiculares pueden desarrollarse de forma silenciosa durante semanas o incluso meses, especialmente si la zona afectada está parcialmente cubierta por la encía o no es visible al cepillarse frente al espejo. Por eso es fundamental prestar atención a ciertos signos que pueden indicar su presencia.

Algunos de los síntomas más frecuentes son:

• Sensibilidad dental localizada, sobre todo al tomar bebidas frías, calientes o muy dulces.
• Molestias al cepillarse cerca de la encía, que pueden confundirse con sensibilidad gingival.
• Cambio de color en la raíz expuesta, que puede oscurecerse o mostrar una mancha marrón o negra.
• Sensación de rugosidad al pasar la lengua por la base del diente.
• En fases avanzadas, puede aparecer dolor persistente o inflamación si la caries alcanza el nervio.

Las caries radiculares suelen pasar desapercibidas hasta que provocan molestias o se detectan en una revisión dental. Al afectar a la raíz, donde hay menos tejido entre la superficie y el nervio, los síntomas pueden aparecer más rápido que en una caries convencional. Por eso es importante realizar controles periódicos, especialmente si has sufrido recesión gingival o tienes antecedentes de enfermedad periodontal.

TRATAMIENTO DE LA CARIES RADICULAR EN PALMA DE MALLORCA

El abordaje de las caries radiculares dependerá del grado de afectación, la localización de la lesión y el estado general del diente. En sus primeras fases, el tratamiento puede ser sencillo y conservador. Sin embargo, si la caries ha avanzado hasta comprometer la pulpa (el nervio) o gran parte de la raíz, será necesario aplicar técnicas más complejas como la endodoncia, la amputación radicular o incluso la extracción de la pieza afectada.

En la Clínica Joana Rosselló, en Palma de Mallorca, realizamos un diagnóstico preciso mediante exploración clínica y radiografías digitales para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso. Las principales opciones terapéuticas son:

Empaste para caries radiculares

Cuando la lesión está localizada y no ha alcanzado el nervio, se puede restaurar la zona afectada con un empaste u obturación biocompatible adaptado a la superficie radicular. Estos materiales están formulados para adherirse mejor al cemento de la raíz, ya que se trata de una superficie con mayores dificultades de adhesión que el esmalte.

Endodoncia en casos avanzados

Si la caries ha progresado hasta el interior del diente, será necesario realizar una endodoncia para eliminar el tejido dañado y preservar la pieza. Esta técnica, también conocida como “tratamiento de conductos”, permite evitar la extracción y mantener la funcionalidad del diente durante muchos años.

Amputación radicular

En ocasiones, si la caries ha destruido gran parte de una de las raíces del diente, es posible realizar la amputación de esa raíz. Este procedimiento permite conservar la pieza y evitar su extracción durante mucho tiempo.

Extracción en casos irrecuperables

Cuando la caries ha destruido gran parte de la raíz y no es viable rehabilitar el diente ni realizar una amputación, la única solución posible puede ser la extracción. En estos casos, se recomienda valorar la reposición del diente perdido con un implante dental o una prótesis personalizada.

Tratamiento preventivo y mantenimiento periódico

Además del tratamiento curativo, es fundamental aplicar medidas preventivas como el uso de barnices fluorados y técnicas de higiene adaptadas. Estas opciones ayudan a evitar que se formen nuevas caries en otras raíces expuestas.

¿SE PUEDE PREVENIR LA CARIES EN LA RAÍZ?

Sí, las caries radiculares pueden prevenirse con una combinación de higiene adecuada, revisiones periódicas y ciertos tratamientos protectores. Dado que la raíz del diente es más frágil que el esmalte y suele estar menos expuesta al cepillado, requiere cuidados específicos.

Estas son algunas recomendaciones clave para evitar la aparición de caries en la raíz:

• Mantener una técnica de cepillado correcta, con especial atención a la unión entre diente y encía.
• Utilizar hilo dental o cepillos interproximales para limpiar zonas de difícil acceso.
• Aplicar pastas dentales con mayor concentración de flúor que favorezcan la remineralización de la superficie radicular expuesta.
• En casos de encías retraídas, consultar sobre la aplicación de barnices protectores o selladores específicos.
• Acudir a revisiones regulares con el dentista para detectar cualquier signo precoz de desmineralización o caries incipiente.
• Controlar la dieta, evitando alimentos y bebidas azucaradas o ácidas que favorecen la desmineralización.

En pacientes con antecedentes de enfermedad periodontal o que ya han sufrido caries radiculares en el pasado, es especialmente importante seguir un plan de prevención personalizado.

PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LA CARIES RADICULAR

¿La caries radicular duele?

No siempre. En sus primeras fases, muchas caries radiculares no provocan dolor, ya que afectan solo a la superficie de la raíz. Sin embargo, si la lesión avanza y alcanza el nervio, pueden aparecer molestias, sensibilidad o dolor constante. Es importante tener en cuenta que al estar ubicadas en la raíz, alcanzar el nervio ocurre con mucha más rapidez que en una caries convencional.

¿Cómo sé si tengo una caries en la raíz del diente?

Es difícil detectarla sin ayuda profesional. A veces se presenta como una mancha oscura cerca de la encía o sensibilidad al cepillado. Lo más recomendable es acudir al dentista para una exploración y, si es necesario, una radiografía que confirme el diagnóstico.

¿Un empaste en la raíz dental dura lo mismo que uno en la corona?

No exactamente. El cemento, el tejido que recubre la raíz, presenta una superficie más porosa y menos favorable para la adhesión que el esmalte. Por eso, la durabilidad de un empaste radicular puede ser menor si no se mantiene una buena higiene y seguimiento profesional.

¿Qué pasa si no trato una caries radicular?

Si no se trata a tiempo, la lesión puede extenderse al nervio y requerir una endodoncia. En casos avanzados, la raíz puede fracturarse o volverse irreparable, lo que obligaría a extraer el diente.

¿Las caries radiculares son más frecuentes con la edad?

Sí. A partir de los 50 años aumenta el riesgo, especialmente por la recesión de encías debida a una enfermedad periodontal no tratada o muy avanzada, y por la sequedad bucal asociada a ciertos medicamentos o enfermedades. Una buena prevención y revisiones periódicas ayudan a mantener los dientes en buen estado durante más tiempo.